La Formula Secreta de la Pobreza.

May 5, 2008

(Diario La prensa)

Mucho se ha estudiado y debatido sobre la pobreza. El último siglo, algunos creyeron encontrar la raíz de la pobreza en el sistema capitalista, por lo que promovieron un modelo anti-capitalista. Dicho experimento terminó siendo un fracaso. La pobreza no es producto de un modelo económico ni político, es producto de la cultura de una sociedad. La cultura de la pobreza.

Panamá es un país inmensamente rico pero grandes partes de su población se mantienen en la pobreza. ¿Es acaso que nuestra cultura nos mantiene en la pobreza? ¿Es acaso la cultura alegre y fiestera del panameño causante de su pobreza? Pues no. Hace 30 años Irlanda era visto como un país de gente bebedora y fiestera. Hoy es uno de los países con mayor desarrollo socioeconómico en el mundo.

¿Entonces que determina que una cultura produzca pobreza? Una cultura se sostiene sobre un modelo formativo que busca educar a su población. Los chinos, los musulmanes y los europeos lo tienen desde hace más de mil de años. Nuestra América no lo tenía. Y a diferencia de los países del norte, nuestros colonizadores hispanos no hicieron mayores esfuerzos en dotarnos de una efectiva estructura educativa. Es una característica en común en toda Latinoamérica.

Panamá es un buen ejemplo del fenómeno. La generalización de la educación para todos tiene menos de 100 años. Hasta la década del 40 para realizar estudios universitarios había que salir del país. Éste déficit en nuestra estructura educativa se mantiene. Nuestra población escasamente lee y escribe. La mayoría de los estudiantes aspiran a convertirse en abogados, banqueros o servidores públicos. El núcleo científico de nuestra población es casi inexistente.

Pocos gobiernos se han atrevido a hacer algo al respecto. Los militares promovieron la generalización de la educación debilitando su calidad. Antes algunos salían bien educados de nuestros centros públicos. Hoy todos compartimos una educación mediocre. Han pasado 20 años de democracia y la esperada reforma educativa no llega. El atraso del modelo educativo lleva décadas, y cada cinco años de gobierno alguien promete acabar con la pobreza pero manteniéndonos ignorantes. El costo político de una reforma educativa es tremendamente alto, y los beneficios tangibles sólo en 15 o 20 años.

Con el modelo capitalista el rico se hace más rico, y el pobre más pobre. Eso es cierto. ¡Pero cómo podemos pensar que nuestra población aproveche las oportunidades sino está preparada para aprovecharlas! ¡Cómo esperamos buenos gobiernos si nuestra sociedad no tiene la cultura política necesaria para ejercer la democracia en forma correcta!

A muchos les conviene la cultura de la pobreza. Para los políticos es más sencillo regalar bolsas de comida, que poseer un discurso profundo y bien fundamentado. También conviene a los empresarios, pues tienen a su merced clientes que no leen contratos y no defienden sus derechos: un mercado cautivo. Algunos ganan, muchos pierden. A un año de las elecciones, ¿Será este un tema de campaña? Esperemos que los panameños así lo exijan.